Todo comenzó en mi cocina, cuando mi hija y yo preparamos unas fresas con chocolate como regalo. Ver la emoción en sus rostros me hizo entender que un detalle hecho con amor puede llegar directo al corazón. Ese momento despertó en mí el deseo de emprender y crear con el alma. A través de la repostería quiero ofrecer más que dulces: quiero crear recuerdos, emociones y momentos llenos de amor, calidez y conexión. Así nació So Sweet, porque no se trata solo de postres, sino de compartir algo bonito, sincero y lleno de corazón.